La psicología del color, el campo de estudio que está dirigido a analizar cómo percibimos y nos comportamos ante distintos colores, así como las emociones que nos producen, está muy presente en The Wine & Country Club.

La psicología del color cuenta con ciertos aspectos subjetivos que son los que hacen que puedan existir determinadas variaciones en la interpretación y el significado de los colores entre culturas. Además, es más que sabido que los colores que nos rodean pueden afectar a nuestro estado emocional y mental. Existen tonalidades que nos producen una mayor irritación mientras que otros nos calman y relajan. Los colores de nuestro alrededor ejercen un efecto u otro en nosotros, nos producen diferentes respuestas emocionales.

The Wine & Country Club a través de sus colores   

En The Wine & Country Club el color es muy importante. La base de su ser es ser el refugio y la nueva vida de aquellos que quieren vivir rodeados de calma, paz, naturaleza, en definitiva, de determinados colores que evoquen esas sensaciones. Pero el color predominante para conseguirlas, el verde, no es el único protagonista de este innovador proyecto. Vamos a hacer un recorrido por las sensaciones que provoca The Wine & Country Club a sus residentes a través de sus colores.

Azul serenidad

El cielo rondeño no puede tener un azul más evocador. Según la psicología del color, esta tonalidad, perteneciente tanto al cielo como al agua, representa la tranquilidad, la frescura y la inteligencia. Es un color elegante que transmite confianza y pureza. Eso es lo que cubre a The Wine & Country Club, la confianza de sentirte en el sitio en el que debes estar, donde has alcanzado tu ikigai.

En tu hacienda bodeguera esa paz se plasma en el azul cristalino del agua de la piscina y el azul intenso del cielo que cubre la dehesa.

El verde natural

Esta tonalidad es la que más predomina en The Wine & Country Club. Todas las gamas y posibilidades de verde confluyen en un mismo espacio. Este color representa la juventud, la esperanza y la nueva vida, pero también la acción y lo ecológico. Los expertos además coinciden en que un color verde suave, por ejemplo, lleva a la relajación y al bienestar. ¿Dónde mejor que experimentar esas sensaciones que en tu propia hacienda bodeguera? Rodeado de naturaleza pura, gracias a la Serranía de Ronda. Un paisaje salpicado de distintas tonalidades de un mismo color: desde el verde pino de las laderas de las montañas plagadas de pinsapos hasta el verde oliva de las hojas de las encinas y los olivos.

Morado, sofisticación vitivinícola

Hablando de tu viñedo y tus viñas, su fruto, las uvas, cuentan con este color que es sinónimo de sofisticación y la elegancia. Además, se suele asociar también al misterio, la nostalgia y la espiritualidad. Morados y violetas son colores ampliamente usados para dar pequeños toques de glamour. Es por ello que, paseando entre tus viñedos, observando las uvas desde el porche de tu hacienda bodeguera, sientes la elegancia y la sofisticación de la vida en The Wine & Country Club.

La calidez del amarillo, el rojo y el naranja

Amaneceres y atardeceres son momentos mágicos en The Wine & Country Club. El cielo se tiñe de tonalidades que van desde el amarillo hasta el rojo intenso, pasando por toda la gama cromática de los naranjas. Sin olvidar esa luz púrpura que aparece cuando el sol está unos grados por debajo del horizonte. Colores asociados al entusiasmo y optimismo por el naranja, a la fuerza, la revolución y la virilidad por el rojo de esos últimos rayos del día, y a la luz y al oro por el amarillo de la luz que empieza a despuntar.