Disfrutar de una buena botella de vino es mucho más que eso. Se trata de toda una experiencia y, como tal, conlleva un pequeño ritual muy personal. Un protocolo a medida de cada uno, una puesta en escena en la que prácticamente nada es al azar, sino que cada cosa tiene un cometido determinado.
Tu pasión por el mundo del vino te ha llevado a intentar contar siempre con una pequeña vinoteca, sin embargo, desde que llegaste a The Wine & Country Club, tu vinoteca y todo lo que gira alrededor de este ritual se ha ido perfeccionando y ampliando. Para ello, el asesoramiento y los consejos de Ana, la enóloga de la bodega, han sido imprescindibles.
Este ritual se convierte en algo aun más personal, si cabe, ya que este año además de disfrutar de las exquisitas referencias de tu bodega, vas a poder saborear la primera cosecha de tu propio vino. Y eso requiere de un despliegue a la altura.
Accesorios en una vinoteca
Desde que comenzaste esta aventura vitivinícola has ido forjando una vinoteca a la altura de cualquier profesional. Hay algunos elementos básicos, que no se pueden ignorar y otros, que son accesorios, pero que a ti te han impresionado desde el primer día.
Empezando por las copas. Tu vinoteca necesitaba copas estándar —ISO se llaman, porque cumplen con la normativa International Organization for Standardization— que sirvan para catar cualquier tipo de vino. Estas copas tienen una forma y medida determinada que las convierten en las únicas aceptadas en los concursos de cata. Y aunque estamos hablando del ámbito doméstico, esta copa te facilitará aún más sumergirte de lleno en el mundo del vino.
El decantador. Un accesorio controvertido, sin duda. Sin embargo, el uso de un decantador es imprescindible, sobre todo cuando hablamos de vinos Reserva y Gran Reserva, que necesitan forzosamente cierta aireación para poder desplegar sus aromas y personalidad.
Puede que el decantador sea la pieza de cualquier vinoteca que más sufre el designio de la moda. Y es que se trata de un complemento casi de diseño, convirtiéndose muchas veces en el centro de atención, incluso robándole protagonismo al propio vino. En cuestión de gustos y de diseño, no hay nada escrito, excepto que sea de cristal translúcido y embocadura estrecha, abierto en la base.
Cubitera o enfriadores. En tu caso decidiste disponer de ambos accesorios, pero la realidad es que una buena cubitera es suficiente. Lo imprescindible en este caso es mantener cada vino a su temperatura idónea. Un básico en cualquier vinoteca.
La cubitera, junto al decantador, es uno de los complementos que están íntimamente unidos al mundo del diseño. Lo necesario en este caso es que sea de acero inoxidable ya que facilitará mantener la temperatura óptima y que cuente con un diámetro lo suficientemente ancho como para que la botella descanse ligeramente inclinada.
Muy recomendable es también disponer de un set de conservación. Se trata de un sistema práctico para conservar tanto vinos como cavas abiertos, manteniendo todas sus virtudes. El quid de la cuestión aquí es conservar el vino como recién abierto, extrayendo el aire de las botellas con gran precisión para evitar su oxidación.
En el caso de los cavas y champagnes, se restablece la presión original y se impide que la burbuja natural se pierda.
Básicos para disfrutar del vino
No hemos hablado del sacacorchos, por considerarlo un básico. Pero un buen sistema de apertura no solo facilitará el proceso de apertura de un vino, sino que, además evitaremos incómodas situaciones como que se nos rompa el corcho. Para eso, nada mejor que un sacacorchos automático.
Otro accesorio básico en tu vinoteca será contar con un kit de varios anillos antigoteo, sobre todo si te preocupa salpicar cada vez que sirves el vino desde la botella.
Ahora bien, el básico imprescindible de tu vinoteca será mantener una actitud correcta hacia el vino. Sin expectativas. Dejándote seducir por los aromas, las tonalidades y los sabores.