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Cheese & Wine, el maridaje perfecto
Mar 30, 2021

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wineblog

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vivir espacio natural

El maridaje entre el vino y el queso es claramente una combinación ganadora. Se trata de un maridaje que, aunque a primera vista pueda resultar fácil —un vino con un buen queso siempre funciona— la realidad es que hacerlo bien es mucho más complejo de lo que parece.

Para empezar, según los expertos el vino tinto no es el compañero idóneo para el queso. Esta afirmación puede que nos descoloque puesto que la imagen de una copa de vino tinto junto a una porción de queso manchego es algo muy español. Sin embargo, parece lógico pensar que las proteínas grasas del queso anulan los aromas del vino tinto, y por su parte, estos taninos hacen lo mismo con el sabor del queso, por lo que unirlos en el paladar supone perder los mejores matices de cada uno de ellos.

Sin ir más lejos, la expresión “que no te la den con queso” proviene precisamente de ahí, de cuando algunos bodegueros ofrecían quesos manchegos curados a los compradores de vino en bodega para camuflar vinos de dudosa calidad.

Si echamos un vistazo a nuestro país vecino, Francia, observaremos como el queso, que habitualmente se toma al finalizar la comida, como postre, suele maridarse con vino blanco. Sin embargo, afirmar categóricamente que el vino tinto no puede acompañar un queso es generalizar demasiado, pues todo depende del tipo de queso y el tipo de vino. Y es que en los matices encontraremos el equilibrio.

Maridar un vino con cualquier tipo de alimento supone siempre una modificación de los sabores y las sensaciones con respecto a degustar un vino solo. Es por ello, que un maridaje siempre debe estudiarse, ya que una misma comida para dos vinos diferentes puede potenciar positivamente uno y desmerecer el otro.

Hay alimentos complicados de maridar como son las alcachofas, y en algunas ocasiones, también algunos tipos de quesos.

 

Vinos y quesos de Ronda, una combinación ganadora

 

El entorno que rodea a The Wine & Country Club es una fuente inagotable de materias primas autóctonas, donde tanto el queso como el vino tienen gran protagonismo.

Los vinos de la bodega de La Melonera, originarios de la Serranía de Ronda, maridan a la perfección con quesos tradicionales del entorno. 

Según apunta Ana de Castro, enóloga de La Melonera y una de las almas mater de The Wine & Country Club, un vino de mucho cuerpo y tanicidad como es Payoya Negra marida a la perfección con el queso payoyo de cabra ya que es un queso potente, pero al mismo tiempo amable.

Si se marida con otros tipos de quesos como por ejemplo un roquefort, la propia tanicidad del queso hará que el vino no diga nada, y si lo marido con un queso cheddar, el queso será como plástico al lado del vino.

La referencia La Encina del Inglés tinto iría muy bien con quesos curados con especias como es el romero, ya que al tratarse de un vino con carácter más herbáceo tendríamos un maridaje por complementariedad perfecto. Mientras que La Encina del Inglés blanco tiene un toque salino perfecto para hacer un maridaje divertido, en este caso por contraposición, con un queso de oveja curado en Pedro Ximénez típico de la Serranía de Ronda. Inconfundible contraste dulce-salado.

De inicio, Yo Solo, como su propio nombre indica, no se maridaría. Se trata de un vino con recuperación de variedades autóctonas desconocidas y, el vino en sí es una experiencia para conocer estas variedades únicas, y el maridaje puede modificar el conocimiento de estas.

Cheese & Wine: el plan foodie para un anfitrión de altura

 

¿Te imaginas celebrando un Cheese & Wine en tu hacienda bodeguera para tus amigos? Por supuesto que sí, ¿verdad? Ser anfitrión de este tipo de experiencias foodies es uno de tus planes favoritos y no es de extrañar.

La mesa puesta en el porche de tu hacienda, con ese gusto y estilo que te caracteriza. Los quesos exquisitamente presentados sobre tablas de madera, cada uno con su cuchillo específico para no mezclar sabores. El surtido de panes y tostadas que acompañan a la perfección, sin camuflar los sabores. Mermeladas y un foie de oca sublime que te trajiste de tu último viaje al valle del Périgord, en Francia. Y cómo no, los fabulosos vinos de La Melonera, la bodega que provee a las haciendas de The Wine & Country Club, y el vino estrella: tu propio vino, elaborado por ti.