El yoga es más que una actividad deportiva. Se trata de toda una filosofía de vida, una disciplina física y mental —el tan ansiado encuentro cuerpo y mente—originaria de la India.
Un error común es plantear el yoga como un ejercicio físico a través de las posturas o asanas. Las posturas son solo uno de los ocho elementos del yoga:
- Yama, normas éticas entre las que se encuentra la no violencia, la veracidad, el desapego…
- Niyama, preceptos que el yogui debe cumplir como la disciplina o la limpieza física y mental.
- Asana, las posturas tradicionales y vertiente más conocida del yoga.
- Pranaiama, el control de la respiración.
- Pratiahara, control de los sentidos.
- Dharana, concentración de la mente.
- Dhiana, meditación.
- Samadhi, completa absorción.
El yoga como filosofía de vida incluye tanto aspectos éticos y de comportamiento como ejercicios físicos y de respiración, hasta el control de la mente a través de la meditación. Siendo una práctica que afecta a todas las vertientes de la vida de una persona.
En la sociedad occidental, la práctica de yoga está asociada a uno de sus grandes beneficios, la gestión del estrés.
El equilibrio que supone la práctica de ciertas asanas junto al control de la respiración y la mente otorgan un beneficio rápido a quien lo practica.
Entre las principales ventajas del yoga destacan:
- Reduce la ansiedad y el estrés.
- Aumenta la calidad del sueño.
- Se ha demostrado que mejorar la calidad del trabajo, se es más productivo y eficiente.
- Fortalece huesos, músculos y aumenta la flexibilidad.
- Mejora la postura aliviando dolores corporales.
- Previene el envejecimiento prematuro.
- Ayuda a quemar calorías.
- Reduce los niveles de cortisol, colesterol en sangre y contribuye a equilibrar el sistema nervioso.
¿Cómo es tu práctica de yoga?
Si hay algo que te gusta especialmente del yoga es que se trata de una filosofía multidisciplinar, que abarca distintos aspectos de tu vida. Que además de poner a tono tu cuerpo, fortaleciendo la musculatura y ayudándote a estirar y ganar flexibilidad, está siendo de gran ayuda en esta transición hacia una vida más consciente y lenta que has iniciado en The Wine & Country Club.
Forma parte de tu rutina comenzar el día con la esterilla. Sacarla al porche, si la temperatura lo permite, y realizar algunos saludos al sol acompasados de los sonidos de la naturaleza real que te acompaña. Movimientos que te ayudan a desperezar el cuerpo y la mente, preparándolos para el resto del día. Tras algunas asanas de equilibrio —te ayudan a concentrarte— cierras los ojos y planteas tu sankalpa o intención: un objetivo para tu práctica que a ti te gusta llevar a tu día a día, por lo que se convierte en un objetivo de vida, de ese día en particular.
Otras veces, el yoga llega al anochecer. Quizá el día ha sido intenso y la necesidad de bajar las revoluciones y las pulsaciones llega en forma de práctica suave. Una sucesión de posturas de las que entras y sales de forma muy lenta, consciente de cada movimiento y del sentir de cada parte de tu cuerpo. Sueles aprovechar estas sesiones nocturnas para acabar con diez minutos de meditación que te ayudan a mantener el foco y llegar a la hora el descanso con la mente limpia de problemas y preocupaciones.
Incluir la práctica de yoga en tu día a día tiene innumerables efectos positivos en ti y en tu entorno.