La magia de Málaga es una realidad. Ya entiendes muchas de las cosas que te decían cuando anunciaste que vivirías allí. Tras empaparte de su historia, su cultura y su gastronomía, te reafirmaste en tu decisión de apostar por The Wine & Country Club. Ese concepto residencial innovador tan exclusivo que se ha convertido en tu nuevo hogar.
Málaga tiene mucho más que ofrecer, pequeñas y grandes joyas arquitectónicas, mezcla de culturas y distintos monumentos que son el mejor ejemplo del paso del tiempo por sus más de 7.000 kilómetros cuadrados.
Comenzando por la capital, Málaga cuenta entre sus calles, además de con su curiosa catedral apodada como “La Manquita” por la falta de una de sus torres, con la Alcazaba. Este monumento es un palacio fortaleza construido en la época musulmana por orden del rey de taifas bereber de Granada, Badis, y está situada a los pies del monte Gibralfaro. Para su elevación se emplearon columnas y capiteles del Teatro Romano. Con el paso del tiempo las sucesivas reformas lo terminaron convirtiendo en un palacio árabe organizado a base de patios rectangulares y crujías en torno con sus jardines y estanques.
El mencionado Teatro Romano es la huella de la Hispania Romana en la ciudad. Recuperado en unas excavaciones de demolición de la Casa de Cultura que lo tuvo oculto durante años, en la actualidad es escenario de numerosos espectáculos.
Otra de las joyas históricas de Málaga es el Castillo de Gibralfaro, construido en el siglo XIV para proteger la Alcazaba. Previamente, lo que se encontraba en el lugar era un faro que tanto fenicios como romanos emplearon para el comercio, pero fue el rey nazarita, Yusuf I, quien en 1340 lo convertiría en una fortaleza. Durante mucho tiempo fue considerada la más inexpugnable de la Península Ibérica. Dispone de dos líneas de murallas y ocho torreones. La muralla exterior se une con la coracha, muros dispuestos en formas zigzagueantes que unen el Castillo con la Alcazaba. Una visita que ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad.
Saliéndonos de los límites de la ciudad, en Benalmádena, encontramos la estupa budista más grande de Europa occidental. El edificio de planta cuadrangular blanco destaca por su bóveda y su punta cónica dorada. En el corazón de la Costa del Sol podemos encontrar este templo de meditación y conocer de primera mano la cultura del Himalaya.
A 100 kilómetros hacia el interior de la provincia podemos disfrutar de la realidad de que un pueblo entero puede tener magia y ser una joya. El primer pueblo pitufo del mundo: Júzcar. Además de tener todas sus casas pintadas de azul, cuenta con rincones adornados con estos pequeños personajes tan simpáticos de dibujos animados.
Y de vuelta a la costa, el Castillo de Colomares es un monumento a Cristóbal Colón con motivo del quinto centenario del descubrimiento de América. Mezcla de estilos bizantino, mudéjar y gótico, en su interior se aloja la iglesia más pequeña del mundo dedicada a Santa Isabel de Hungría. Dicho templo aparece en el Libro Guinness de los récords. Además, el castillo tiene la forma de una de las carabelas de Colón.
Ronda, la ciudad elevada y mezcla de culturas
En Ronda lo primero que llama la atención es su impresionante Puente Nuevo. Finalizado a finales del siglo XVIII, fue el puente más alto del mundo con 98 metros de altura hasta 1839, momento en el que fue superado por el puente de la Caille (Francia). Conecta el destacado casco antiguo con la parte más moderna de la ciudad para salvar la enorme garganta excavada por el río Guadalevín. Un paseo a prueba de vértigos.
Otro de los puntos destacados de la ciudad es su plaza de toros. Catalogada como Bien de Interés Cultural, es propiedad de la Real Maestranza de Caballería de Ronda. A su vez es una de las plazas de toros más antiguas de España y sobresale por sus conocidas corridas goyescas, práctica que puso en marcha la reconocida familia Ordóñez y que contribuyó enormemente durante el siglo XX a la historia de la tauromaquia. Su característica principal es el uso de vestimentas y aparatos de los tiempos de Francisco de Goya.
Al tiempo, destacamos el Patrimonio histórico de España, Bien de Interés Cultural y enclave arqueológico de los Baños árabes de Ronda. Son la adaptación musulmana de las antiguas termas romanas y constan de las mismas partes, pero los baños se realizan por vapor, aunque cuenten en ocasiones con alguna pequeña alberca. Actualmente puedes disfrutar del día más relajante de tu vida en ellos.
Para los más religiosos, en el Convento de la Merced se encuentra la mano incorrupta de Santa Teresa de Jesús. Cuentan que nueve meses después de la muerte de la religiosa, se exhumó el cadáver y según la tradición católica estaba incorrupto. Fue entonces cuando uno de los párrocos presentes decidió cortarle la mano derecha para tenerla de recuerdo. Actualmente se exhibe protegida por un guante de plata.