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Turismo enológico: D.O Sierras de Málaga
Nov 6, 2020

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wineblog

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vivir espacio natural

«Como dijo Goethe en Fausto: “España, el bello país del vino y de las canciones«. 

De las denominaciones de origen que conforman nuestro país, Málaga posee dos de las más especiales: D.O. Málaga y D.O. Sierras de Málaga.

En primer momento, solo existía la D.O. Málaga con su particular forma de elaborar vinos con su envejecimiento por soleras y criaderas, famosa por sus vinos dulces, moscatel y Pedro Ximénez. La decisión de crear la D.O. Sierras de Málaga atendió a la necesidad de elaborar vinos siguiendo los métodos de otras zonas vitivinícolas con lo que también se ampliaron las variedades de uvas permitidas para la elaboración de vinos de Málaga.

Romé, Cabernet Sauvignon, Merlot, Shyrah, Tempranillo, Garnacha, Cabernet Franc, Pinot Noir, Petit Verdot, Graciano, Malbec, Monastrell y Tintilla son algunas de las variedades de uva tinta con la que se pueden elaborar los caldos de la D.O Sierras de Málaga. Esta denominación comprende 67 municipios situados en cuatro áreas de producción: Axarquía, Montes de Málaga, Norte, Manilva y una subzona: Serranía de Ronda. Su especialidad son los vinos tranquilos —de entre 10 y 15´5 % alcohol y un contenido en azúcares inferior a 12 gr/l.— con una identidad sobresaliente.

Los vinos con D.O. Sierras de Málaga, blancos, tintos y rosados ,completan la oferta vinícola de la provincia, con vinos naturales con un gran despliegue de aromas. 

¿Nos adentramos a explorar lo que tan preciosa zona tiene que ofrecernos? 

Ruta por la Denominación de Origen Sierras de Málaga

 

Comencemos haciendo una primera parada en el Embalse de la Concepción. Se trata de un enclave natural único que además abastece a más de 450.000 habitantes de la zona. Sus aguas, repletas de truchas arco iris y barbos, son ideales para practicar deportes acuáticos.

Desde allí pondremos rumbo a Ojén, un pueblo encantador a 7 kilómetros de Marbella, acostado sobre las laderas de la Sierra Blanca. Vista obligada al Museo de Vino, que está instalado en un edificio de finales del siglo XVIII, en la antigua destilería de aguardientes de Ojén «Pedro Morales». Cuatro pintorescas estancias en las que poder admirar etiquetas, botellas y alambiques antiguos, así como conocer la historia de los distintos tipos de vinos existentes en Málaga.

De camino a Arriate, nos adentramos en el parque natural Sierra de las Nieves y nuestra recomendación es hacer varias paradas porque la belleza de este paisaje necesita calma y atención.

El Burgo es uno de esos pueblecitos que han conservado en sus calles la paz de tiempos pasados, y que bien merece un paseo sosegado. Puerta de entrada a la Comarca de Ronda, está situado en pleno valle, por lo que su relieve se suaviza y predominan en sus tierras los campos de olivo y cereal en contraste con los pinares que cubren la mayor parte de las faldas de la montaña. Son muchos los lugares dignos de fotografiar: la Acequia Medieval, el salto de agua del Dique, el Molino de la Fuensanta… 

Se trata de un enclave único a la orilla del río Turón. De gran interés es también el Mirador del Guardia Forestal, un lugar privilegiado desde el que se divisa la cabecera de la cuenca del río Turón. Desde allí podremos apreciar, una vez más, la diversidad de la Sierra de las Nieves con solo una mirada. 

Bajo nuestros pies se extenderán rocas blanquísimas; frente a nuestros ojos, emergerá un paisaje formado por pinsapos, encinares, pinares de carrasco y rodeno, enebrales y cornicabras, y la perspectiva elevada permitirá una impresionante panorámica de la Sierra de las Nieves.

Llegamos a Arriate, uno de los pueblos más bellos de la Málaga interior. De origen morisco, está situado en las tierras bajas de la depresión rondeña. La belleza de sus vistas al valle del Guadalcobacín dejan sin respiración. En Arriate podremos disfrutar de la visita a dos pequeñas bodegas familiares que seguro sorprenderán gratamente por la calidad de sus humildes vinos.

Un fin de ruta de altura  

 

Nuestra ruta por la D.O. Sierras de Málaga finaliza en Ronda, como no podía ser de otra manera. Allí, en el corazón de la Serranía, una bodega muy especial recupera una uva casi olvidada: La Melonera. Esta bodega ha llevado a cabo la labor de recuperación de las variedades históricas, que traen hasta el día de hoy unos vinos excepcionales. Con esfuerzo, fueron rastreadas y recuperadas las cepas autóctonas para devolverles su merecido protagonismo. Hoy, con sus vinos La Encina del Inglés y Payoya Negra, se ha logrado el objetivo.

La mejor forma de acabar esta ruta es alzando las copas y brindando por la experiencia vivida. Un despliegue de colores, aromas y paisajes que difícilmente olvidaréis.