«Coges la copa, la inclinas y observas ese color cereza brillante que, como bien te han explicado, corresponde a un vino joven como el que estás a punto de degustar».
Un duro día de trabajo llega a su fin. Las reuniones y las llamadas de última hora han sido el colofón a una jornada particularmente estresante. Así que, ahora que estás por fin en casa, te descalzas y te acomodas en el sofá junto a tu mujer. Autum in New York, la versión cantada por Ella Fitzgerald, está sonando suavemente y te sirves una copa de vino. Tu mujer ha abierto una botella de vuestra primera cosecha.
Coges la copa, la inclinas y observas ese color cereza brillante que, como bien te han explicado, corresponde a un vino joven como el que estás a punto de degustar. Inspiras, y todos los aromas de este caldo se introducen en tu nariz, pudiendo incluso saborearlos en el fondo del paladar. Los aromas son claros: frutos rojos y hierba recién cortada. La esencia de este paisaje de ensueño en la Serranía de Ronda.
Pero no nos distraigamos. Ahora lo pruebas, despacio, solo un poquito. Lo mantienes unos instantes y tragas lentamente. En boca es fresco, carnoso y redondo. Y el postgusto es largo, como a ti te gusta.
Dejas la copa sobre la mesa de centro satisfecho. Tu primer vino. Parece increíble, ¿no crees? Nunca imaginaste que involucrarte en el fascinante proceso de la elaboración del vino fuera a significar tanto para ti.
Llegaste a The Wine & Country Club con la ilusión de quien comienza una nueva etapa en su vida, una auténtica aventura. Y parte de esa aventura era convertirte en enólogo, en productor de tu propio vino. Un viaje profundo por la historia del viñedo en el que vives, de la sublime zona en la que se encuentra. La historia de una uva recuperada y la riqueza de la tradición heredada.
Parte de esta nueva etapa está fundamentada en las primeras veces. Eras consciente de que vivir aquí te iba a traer grandes momentos, pero nunca imaginaste que los disfrutarías tanto.
El enólogo y el Club: un aprendizaje continuo
El mundo del vino no es un desconocido para ti. Disfrutar de buenos caldos hizo que te interesaras por saber más, por descubrir otras variedades, otros métodos. Sin embargo, el aprendizaje que estás teniendo en The Wine & Country Club es impagable.
Gracias a los trabajadores de la bodega, y a tu curiosidad innata, has conocido la peculiar historia de La Melonera. Una historia de tradición, recuperación y puesta en valor de una uva prácticamente olvidada. Una historia que da para mucho más y que compartiremos más adelante.
Desde la bodega te han hecho partícipe de cada una de las decisiones que se han tomado en este tiempo: la variedad de la uva, el cuidado de la vid durante su cultivo y el control de calidad exhaustivo. Has observado todo el proceso con los ojos de un niño curioso, feliz ante la perspectiva de crear algo propio.
Por primera vez en tu vida, has participado en una vendimia —no cualquier vendimia, ¡tu propia cosecha! — y gracias a la sabiduría que contigo ha compartido el enólogo de la bodega, has aprendido y disfrutado de todo el proceso de elaboración del vino: desde la clasificación de la uva y su despalillado, hasta la trituración, fermentación y prensado en el barril.
Pero este lujo no termina aquí. Has tenido la oportunidad de estar magníficamente asesorado para poder elegir hasta el más mínimo detalle de tu nuevo vino: etiqueta, botella y embalaje, creando así un vino único, solo para ti.
Una auténtica responsabilidad ya que cada una de las decisiones que has ido tomando iban a afectar directamente a la calidad y características finales del vino, tu vino.
Y es ahora cuando, degustándolo lentamente en el calor de tu hogar, revives uno a uno los momentos por los que esta uva ha pasado y tú la has acompañado. Y resulta que su historia es muy parecida a la tuya. La historia de una vida recuperada gracias a The Wine & Country Club.